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Coaching y Yoga | Natalia Duque – Coach Ontológico Certificado

Ansiedad y mis Ataques de Pánico

Mi Experiencia:
Crisis de Ansiedad y Ataques de Pánico

Hoy te quiero hablar de un tema que a muchos nos ha pasado y que por mi experiencia no nos es muy fácil hablar:

Ataques de pánico y crisis de ansiedad

Desde muy pequeñita, más o menos a mis 8 años comencé a vivir con la ansiedad y grande me di cuenta que no era la única que vivía con este tipo de cosas. Te quiero contar mi historia para que la conozcas y para que aprendas un poco cómo he podido ir haciéndome cargo de las cosas que me pasan, a los ocho años por cosas de la vida en algún momento me dio un ataque de pánico; era una niña que pronto me sentía frágil, muy cuidada por mis papás y creo que eso hizo que sintiera que no podía hacer cargo de la vida y en mis pensamientos empezaron a aparecer cosas como de que mi familia se podría morir, que podría pasar un accidente o cualquier cosa podía suceder.

Esos pensamientos siendo todavía muy pequeñita empezaron a generar estrés, cuando es sano puede ser bueno porque nos permite estar preparados para las situaciones de estrés en la vida, pero cuando nosotros comenzamos a acumular mucho estrés llega un momento de la curva en que no le damos descanso a nuestra mente, ni a nuestro cuerpo y acumulamos tanta tensión que en algún momento puede aparecer un ataque de ansiedad.

Así me la pasé en el primer ataque de ansiedad me pasó a los 8 años, fueron unos meses donde el psicoanalista me salvó, pero lo que me ocurrió es que no sabía cómo me sacaba de las crisis de ansiedad, simplemente iba me sacaba la crisis, pero después algo pasaba en mi vida y regresa así me la pasé más o menos hasta los 16 años cuando me empecé a dar cuenta que tenía que hacer algo, no era sostenible estar yendo tanto tiempo donde el del psicoanalista y empecé sola a decir: ¿Cómo hago para vivir con esto? porque había dejado de vivir muchas cosas, dejado ir a paseos con mis amigos, en el colegio la gente ni se da cuenta si estaba o no porque trataba de estar en lugares seguros y mi explicación en la cabeza era que algo horrible podría pasar y se me convirtió como en la cárcel mis propios pensamientos.

Vivir con miedo y ansiedad

Lo que empecé a hacer fue a vivir con miedo, creo que ese fue mi primer mecanismo de defensa y encontré una emoción que no estaba presente en mí que es la valentía, fui muy valiente para comenzar a hacer mi vida a pesar del miedo. Entonces volví a salir a la calle, empecé a hacer planes y tener vida social, pero era fingiendo que todo estaba bien y eso se convirtió en un espacio difícil de vivir.

Vivir siempre con ansiedad y un poco temblorosa hacía que por más valiente que fuera aumentar un poco más la ansiedad porque era estar ansiosa y querer hacer todo lo que lo que hace una persona que no está pasando por esto. Se me seguía convirtiendo en algo que no iba a ser muy sostenible en el tiempo, empecé a explorar qué más había porque digamos que adoro y todo lo que pasó en el momento que hice tanto el psicoanálisis me sirvió mucho, pero no entendía cómo eso estaba pasando por mi cuerpo para hacerme cargo.

Fue cuando apareció la práctica de yoga, aprendí a respirar a mí lo que me pasaba en las crisis de ansiedad era que no podía respirar y todo el tiempo me estaba ahogando, me di cuenta que todo lo que estaba pasando por mi cabeza hacía que solamente llevara el aire hasta cierta parte no más, comenzaba a hiperventilar y no podía poner un motor en mi cuerpo. A través de la práctica de yoga empecé a darme cuenta que me podía hacer cargo y le podía mandar otra información a mi cabeza que me dijera “está todo bien” y a bajar todos esos espacios de alerta que aparecen todo el tiempo.

Yoga: Respiración consciente

El yoga comenzó a conectarme con mi cuerpo desde un lugar donde podía manejarlo para liberar tensión, esa curva ansiedad que mantenía tan arriba empezaba cada vez a bajar un poco más porque a mi cuerpo le estaba dando señales de tranquilidad. Empecé a manejar mis pensamientos mucho mejor, ser muy consciente de todo lo que hacía y comenzar a evitar el aquí y el ahora, parece ser una cosa extraña y difícil porque te dicen: “Ubiques en el aquí y el ahora” lo cual es muy difícil, pero entendí que todo requiere mucha paciencia. Llevaba muchos años de mi vida aprendiendo a ser ansiosa, poniendo más bloquecitos encima de la ansiedad por lo que irlos quitando se iba a tomar su tiempo, pero tenía que ser muy consciente de eso.

Entonces tener mucha conciencia a cualquier cosa que hacía, si estaba en ese momento estudiando y mi mente estaba en eso, si me estaba bañando mi mente pensaba en eso totalmente. El ser conscientes de nuestros los pensamientos, habitar el aquí y el ahora, activar los sentidos hizo que ese estado de alerta en la que vivía, lo podía ir desvaneciendo de alguna manera en el futuro.

Coaching ontológico

Lo otro que llegó a mi vida fue el coaching ontológico con el que pude entender que estar metiendo muchos pensamientos en mi cabeza no me servían y lo que estaba haciendo era dejando mi ser afuera, no estaba entrando en lo que quería hacer. No hacerme cargo de mi vida a través de la ansiedad, la había dejado en manos de los demás y como no me podía hacer cargo de mi vida permitía que los demás me dijeran que hacer, y desde el que los demás me digan qué hacer estaba como repartida en pedacitos alrededor de la gente y de lo que decían, la sociedad y lo que yo debía ser.

Entonces el coaching ontológico tiene que ver con todo el estudio del ser y me ayudo empezar a mirar por dentro: ¿Quién era yo?, ¿Qué quería? ¿Hacia dónde quería ir? ¿Qué tipo de relaciones quería tener? y comenzar a dejar de ser víctima porque me convertí en una víctima de la vida, mis relaciones de pareja tenían que ver mucho desde vivirlos y a través de esta práctica con las herramientas que me dio coaching ontológico, pude empezar a poner conversaciones importantes y hacer esos ajustes en mi vida que me permitieron integrarme, aprender a decirle que no a mucha gente y generar conflictos que antes eran imposibles para mí, pero lo que hice fue generar una coherencia entre el cuerpo, el lenguaje y la emoción que estaban habitando en mí para juntarme con una sola persona.

Ese lugar donde mi ser estaba yendo fue el que me permitió poder hacerme cargo de mis decisiones y mis crisis de ansiedad empezaron a desaparecer esas crisis tan agudas, pero desde un lugar mucho más consciente y me di cuenta de qué forma puede hacerme cargo en el momento que aparece porque no es que haya desaparecido del todo y que nunca más en la vida me vuelve a dar ansiedad. Lo que pasa es que cuando aparecen sé que hay algo que está pasando en mi vida que hace que aparezca esta sensación, no aparece de la forma que aparecía antes y no aparecen los ataques de pánico, pero si puedo ir hacer los ajustes que necesito en la vida o el descanso que tengo que tener para poder hacerme cargo de eso que pasa.

Lo otro que hago siempre tener practica yoga, respiración y de meditación diaria porque eso es lo que hace es que bien mis niveles de ansiedad no se disparen, así puedo mantener ese lugar que necesita el cuerpo para estar relajado y bajar ese estado de alerta.

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